domingo, 11 de diciembre de 2011

Ciclos. Movimiento y quietud.

Desde que hice mi última ritual con ayahuasca (yo solo, con mi pareja como asistente, con una tercera parte de dosis tan solo) este febrero hace ya ...diez meses; he tenido un tiempo de revision. De aparente quietud o parada.
Todo es cíclico. Tiempos del espiritu: Avance, reflexion e integración -que es aparente quietud-, conclusion o conocimiento y de ahí supuestamente poder -que proviene de este "estarensi"- para nuevo avance.
Mi ultima experiencia ha sido dura en el sentido que fue del todo nueva, no era abundar en lo ya conocido -podemos decir el gozar de Dios tal como lo llama el mistico- sino experimentar algo nuevo que a su vez fue decepcionante.
Esto fue en dos partes. La primera e inmediata al ritual fue el darme cuenta de que "todo es mente". Estuve unos tres dias medio asustado al ver la responsabilidad de los pensamientos que tenemos ya que "el pensamiento crea".
Me dió cierto temor de estar algo congado al vivirme por una parte en mi mente con esta comprension que me sobrecogió un poco y por otra en medio de la realidad de convención social.
Esto lo asimilé pronto pero semanas despues tuve la experiencia que llamo decepcionante y que en un momento me llevó a decir "me cago en teos" (por no decir otra cosa aqui).
Esta vez la experiencia fue de "nada". Pero nada de nada.
No la Nada que dice el mistico donde sólo mora ahí el gozo y el amor de Dios sino la nada de nada. Con lo cual la sensacion de soledad y vacío y decepción fue grande. Luego he pensado que esta experncia de lo trascendente fue hecho en buena parte desde el ego y es ello lo que debe de quedar en nada. Con lo cual si se la mira desde el ego -que es tiempo y por lo tanto solo existe en el tiempo, y "todo lo que empieza termina", solo queda la aterradora ausencia de "yo"; siendo el yo el todo? mas allá del tiempo queda la nada...
"Eppur si muove".
De ahí la confusion por un tiempo... ¿yo quiero liberarme?
¿Quien quiere liberarse?
Jajaja.
El espíritu no necesita la liberacion.
Y... si ahora estamos aqui?
Es para sentir -en el exisitr- el roce de "los limites" que causan sensaciones... de placer y de dolor.-
Y no caigamos en tentacion, es decir no es lo mismo dolor que angustia.
Esto me hace pensar en este comentario que en su dia, joven yo, me impresionó, de Lanza del Vasto: "por suerte cuesta".
Amen.